El mercado del oro ha mantenido un fuerte avance, alcanzando esta semana nuevos máximos por encima de los USD 2130 por onza. Tanto el Banco Central Europeo como la Reserva Federal se enfrentan a la presión de revitalizar la economía, y los mercados financieros ya especulan sobre posibles recortes en las tasas de interés para el próximo año. Esta posibilidad podría ser un desencadenante de una inflación más elevada, lo que probablemente siga impulsando al alza la cotización del oro. El oro se presenta como una inversión a largo plazo, con su función principal en una cartera de inversión siendo la de actuar como cobertura.
Gracias al Consejo Internacional del Oro, existe acceso a un simulador de carteras para todos los inversores. Basta con ingresar a la página web www.gold.org del Consejo Internacional del Oro, suscribirse de forma gratuita, y utilizar el simulador para evaluar diferentes carteras con y sin oro, observando su evolución a lo largo del tiempo.
Además de emplear el oro como cobertura en una cartera, existen otros factores cruciales a considerar. Uno de los más importantes es la Directiva Europea sobre los Requerimientos de Capital. Esta medida se implementó después de la crisis del 2008 para garantizar la solidez de los bancos en situaciones de estrés financiero futuro. Los requerimientos de capital obligan a los bancos a mantener un porcentaje de efectivo en cada inversión. Por ejemplo, los bonos del gobierno español tienen un requerimiento de capital del 0%, ya que España decide su nivel de riesgo. De manera similar, el oro, según la normativa europea, tiene un requerimiento de capital del 0%, lo que lo considera un activo sin riesgo.
Para el Banco Internacional de Pagos, el oro es considerado dinero, lo que significa que, aparte de los bancos centrales, otros bancos que adquieran oro físico no necesitan apalancar dinero. Dado su alto grado de monetización y liquidez, la adquisición de oro mejora significativamente los resultados de los test de estrés de liquidez de los bancos.
Esta explicación técnica podría ser un catalizador adicional para impulsar al alza el mercado del oro físico. Un mercado igualmente interesante es el de las monedas de inversión, como la moneda del Lince Ibérico, la moneda del Toro y la moneda del Caballo Cartujano. Estas monedas se emiten en cantidades limitadas, y el mercado es bastante líquido. Se observa que las monedas del lince ibérico, por ejemplo, son cada vez más difíciles de encontrar, lo que genera demanda y un aumento en el valor para aquellos afortunados poseedores que consideren vender sus monedas.
