Bitcoin y oro, ¿competidores o colaboradores necesarios? Frente a algunas afirmaciones que sitúan a la criptomoneda como sustituto del oro, desde Degussa entendemos que, más que enemigos, estos activos son complementarios.
Ambos son productos escasos, en el sentido de que no son infinitos y cumplen con las necesidades de diversificación de los inversores. En el caso del oro, aparte de la revalorización, persiguen liquidez, seguridad y tranquilidad, algo que encuentran en su versatilidad y en la tangibilidad que le otorga el ser algo físico, en un mundo en el que ya pocas cosas lo son. En cambio, en el del bitcoin prima la rentabilidad. Además, ninguno de ellos está sometido a las depreciaciones que se pueden producir en las monedas fiduciarias.
En este sentido, nuestra recomendación para aquellos inversores que siguen la inteligente máxima de diversificar es mantener posiciones en oro para protegerse ante la inflación y dedicar una parte de su cartera a bitcoin, siendo esta mayor o menor dependiendo del riesgo que estén dispuestos a asumir. Si se incorporan bitcoins a la cartera, el mejor movimiento es elevar la posición en oro de forma proporcional, para que no se descontrole la volatilidad del conjunto de las inversiones, compensando la alta volatilidad de uno con la solidez del otro.